martes, 22 de febrero de 2011

Nocturno de Otoño

Y sólo quedó de ti

la ceniza de los besos fraguados

en las noches de lo que pudo ser.

Un grito en el vacío,

un trastorno de muladares marchitos,

una nota de piel desconocida,

una muerte mal encarada

y su llanto de luna

en medianías del río.

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